Una de las cosas que más me gusta de la decoración vintage es la capacidad que tiene este estilo decorativo para conseguir interiores de casas llenas de personalidad y estilo. La casa que traigo hoy es una casa con 20 años de antigüedad que sus propietarios decidieron remodelar con poco presupuesto. Esta casita, en Amersfoort, Países Bajos, es la demostración de que no hacen falta grandes cantidades de dinero para dar un nuevo aire a nuestro hogar, incluso cuando este parece haberse quedado viejo y anticuado.
El color blanco, combinado con el verde, es uno de los colores protagonistas de este interior vintage. El living room, formado por el salón, el comedor y la cocina abierta, es pequeño. Los tres ambientes conviven entre sí en zonas diferenciadas, gracias al uso de los sofás como separadores del espacio.
En la casa, podremos ver usar de forma recurrentes cuadros en pequeños en la pared, creando collages que intentan explicar historias por sí solos. Algo parecido sucede en las paredes de los dormitorios, donde las láminas y fotografías cubren una de las paredes del cuarto por completo. Este recurso es muy típico en bares de estilo industrial y pop.
Una de las cosas que más me gustan del interior de esta casa decorada, es la elección de los muebles y accesorios que completan la decoración, todos ellos, buscando siempre el reciclaje y la reutilización de cosas viejas. De todos los elementos decorativos, me quedo con la báscula vintage, de color aguamarina, que me parece una verdadera preciosidad, y vosotros, ¿con qué os quedáis?
