El vestido negro es uno de los grandes clásicos en nuestro vestuario ya que es un básico que nos puede sacar de un apuro en cualquier ocasión. A día de hoy incluso hay gente que se los cose a máquina, una amiga mía tiene una maquina overlock y hace auténticas maravillas. Pero centrándonos en el artículo que tenemos entre manos, ¿cuáles son las diferencias entre los vestidos negros de ayer y los de hoy? ¡Vamos a verlo!
Vestidos negros de ayer
En los vestidos negros vintage de ayer se usaban materiales elegantes como puede ser el algodón, el encaje, el tul y la seda. En los años 40-50-60 apareció el material sintético que hizo los vestidos negros mucho más asequibles a la población femenina.
En los años 20 Chanel popularizó el vestido negro hasta las rodillas. A finales de los 40 Christian Dior lo añargço y ensanchó, pero con la llegada de la minifalda en los años 60 volveríamos a ver acortar la falda de estos vestidos por encima de las rodillas.
En cuanto a complementos, los vestidos negros de ayer se solían complementar con perlas, cuellos de Peter Pan, lazos y cinturones.
Vestidos negros de hoy
como hemos dicho nada más empezar, el vestido negro se considera un imprescindible en el armario femenino. Estos vestidos en la actualidad suelen ser cortos, siempre por encima de la rodilla (a no ser que vayamos a una celebración donde necesitemos un vestido largo). Hoy en día los vestidos negros se presentan en una gran diversidad de formas y tamaños, y existe mucha demanda en el marcado vintage de este tipo de vestidos inspirados en décadas anteriores. Podemos ver algunas imagenes de vestidos de fiesta negros en páginas web especializadas en moda femenina.
En lo que se refiere a los complementos que se usan con los vestidos negros, debemos tener en cuenta que muchos diseñadores siguen la estela del «menos es más».